domingo, 18 de octubre de 2009

Pintura y Realidad

En estos días he terminado de leer "Pintura y Realidad" del filósofo Étienne Gilson y me ha parecido oportuno señalarlo en este post.
Este libro ha llegado a mí a través del profesor que me está dirigiendo la tesis de máster del máster en pensamiento contemporáneo que, a todas luces, pretendo terminar este curso para iniciar el doctorado.
Su lectura, englobada dentro de los intereses tanto pictóricos como investigadores que me seducen, me ha resultado altamente satisfactoria y me ha sorprendido cómo Gilson se aproxima al binomio pintura-realidad desde la filosofía pero con un "rigor pictórico" fantástico. Lo que quiero decir es que durante toda su lectura tenemos la sensación (y la tranquilidad) de saber que, en todo momento se nos habla desde la pintura y para la pintura.
Sus reflexiones acerca de la realidad como motivo pictórico y su imbricación con el Ser de las cosas me han parecido extremadamente actuales, a pesar de que el librito ya tiene más de 30 años. Incluso me ha sorprendido encontrar el dantoniano término "indiscernible" en sus páginas.
No pretendo, ni tengo capacidad en este momento, señalar las ideas básicas pero sí que puedo identificar en sus páginas una rigurosa ambición de no desterrar a la pintura de ese campo del conocimiento humano que es lo metafísico en su relación con el mundo y las cosas que nos rodean. Al fin y al cabo, a un pintor como yo, lo que le interesa es/son las cosas susceptibles de ser vistas y pintadas con la convicción de "que los pintores sirven a un propósito propio al cual no sirven las cosas y seres que constituyen el mundo de la naturaleza". En definitiva del Ser de las cosas.
Comencé leyendo la primera edición en castellano (Aguilar, 1961) que saqué de la Biblioteca General de la UMU (a pesar de que el bibliotecario puso cara de extrañado cuando lo solicité pues parecía que ese libro no lo había pedido nunca nadie, ¡Qué cosas!) pero finalmente decidí comprarme la edición de la Universidad de Navarra (EUNSA, 2000) pues, como dice mi profesor "los libros no se gastan" y, con toda probabilidad lo vuelva a leer. Lo recomiendo.