domingo, 13 de junio de 2010

Se acabó el aspirador


Tras varios meses de trabajo, lo he dado por acabado.
Es cierto que siempre se puede profundizar más, mirar mejor, para continuar encontrando más matices en la valoración pero en la decisión personal de acabar el cuadro se imponen otras muchas razones.
En este caso me estaba encontrando un poco saturado... aunque creo que he tratado a este aparato con bastante cariño y le he "puesto" emoción suficiente.
Por otro lado continúo con mi retahíla acerca de la cuestión de trabajo del natural y de las dificultades que plantea. Son esas mismas dificultades las que me convencen para seguir confiando en el trabajo de esta manera. El modelo estaba situado muy cerca de mí (o yo de él, como dicen los amigos que me visitan mientras trabajo) con lo que, en teoría, se produce una deformación del objeto pues el recorrido del ojo describe una curva sobre el plano del cuadro y, es esa curva la que luego "se estira" al llevarla a la superficie plana de lienzo. Según he ido midiendo, he notado más esa curvatura en el perfil del armario que asoma por un lado así como el rodapié de la pared. No sé si he sabido comprender bien qué estaba ocurriendo ahí...
Bueno. Pues esto es hasta lo que he llegado; habrá que dejar de mirar un tiempo este cuadro para "limpiar" los ojos y poder acercarse a él con un poco de distancia. Por lo pronto, voy a comenzar enseguida unos trabajos que quiero llevar a la par (dos dibujos y otra pintura) y me gustaría rescatar una escultura que empecé de mi hijo mediano –cuando tenía 4 años– y que ahora, ya con 6, tendré que remodelar. El crecimiento de un niño no está al servicio de los tiempos de su papá. ;)
Saludos.

PD: Adjunto un por de detalles. Sed condescendientes con mis fotos; sé que no son buenas. La fotografía y yo no nos entendemos bien.